El Señor nos llena de amor, misericordia y paz. En todo momento Dios aleja la angustia de tu vida, porque Él te ama. Siempre que sientas que tu vida está llena de dificultades, y que tus fuerzas comienzan a flaquear. Ora, pídele a Dios que aleje la angustia de tu vida. El Señor pelea tus batallas y nunca te abandona. Es tu escudo y tu espada, puso a sus ángeles a cuidar tu entrada y tu salida. Ningún mal se sobrepondrá por tu espalda, porque él la cubre y aleja las flechas que vengan por tu vida. Por ello, en los momentos de mas angustia, el Señor es el único que puede hacer una diferencia.
La providencia del Señor, nos llevó por buen camino. En el desierto nos alimentó, alejó al faraón de su pueblo, y en las noches de oscuridad su columna de fuego alumbró como antorcha el frío desierto. Así mismo nuestro Señor hace con nosotros, es nuestra antorcha, brujula y vida. En ningún momento debemos sentirnos perdidos, porque el barco de nuestra vida tiene la brújula del Señor.
En todo momento Dios aleja la angustia de tu vida
La Calma de tu corazón es seña de un espíritu tranquilo. Nuestra alma debe estar como el agua clara, tranquila y sin molestias. El Señor es el único capaz de hacer una diferencia en nuestra vida. Y por su mano preciosa, hoy estamos vivos y podemos alabarlo. Jehová nos escogió, y puso en nosotros el amor y la protección de su manto. Nos limpió de los pecados, y aunque muchos no lo reconocen, el los recibe en su regazo.
Como dice el Salmo 4, nuestro Dios en ningún momento nos abandona y se apiada de nosotros.
Respóndeme cuando clamo, oh Dios de mi justicia.
Cuando estaba en angustia, tú me hiciste ensanchar;
Ten misericordia de mí, y oye mi oración.
Hijos de los hombres, ¿hasta cuándo volveréis mi honra en infamia,
Amaréis la vanidad, y buscaréis la mentira? Selah
Sabed, pues, que Jehová ha escogido al piadoso para sí;
Jehová oirá cuando yo a él clamare.
Temblad, y no pequéis;
Meditad en vuestro corazón estando en vuestra cama, y callad. Selah
Ofreced sacrificios de justicia,
Y confiad en Jehová.
Muchos son los que dicen: ¿Quién nos mostrará el bien?
Alza sobre nosotros, oh Jehová, la luz de tu rostro.
Tú diste alegría a mi corazón
Mayor que la de ellos cuando abundaba su grano y su mosto.
En paz me acostaré, y asimismo dormiré;
Porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado.
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